Hay un error de bulto en la primera página, probablemente un baile de letras, que cambia completamente el sentido de la frase: "Nunca la había odio cantar" por "Nunca la había oído cantar"...
- Doctor, quiero que me trate, porque odio a todo el mundo; odio a mis padres, a mis vecinos, a mis compañeros de oficina, ¡le odio hasta a usted! - Oiga, ¿y a mí que me cuenta? - ¿No es usted médico del odio? - ¡Del oído, hombre, del oído!