Qué historia más exquisita, excelente. Se nota que el autor no solo ha leído la obra del maestro Asimov, si no que ha hecho suya la forma en la que desarrollaba a sus robots, alejándose de los tópicos de "máquinas violentas"; robots que chocan con los conceptos abstractos de la humanidad, pero aun así intentan comprenderlos para poder comprendernos. Me ha encantado...
Y excelente traducción, de paso; muy correcta en cada momento. Solo sugeriría ampliar la gama de fuentes, para variar la escritura según si son cuadros de texto, globos de diálogo, u onomatopeyas; así se enriquece la lectura ;)