Una gran obra y, como explica la página 5, importantísima para la historia del cómic/manga, al ser una de las primeras colaboraciones de un occidental con una editorial japonesa; hoy nos parece algo normal, pero en los noventa, introducirse en el cerradísimo mercado nipón tiene muchísimo mérito. Lástima que, como dice, quedara inconclusa, y ya nunca veremos el final, pues Brocal Remohí nos dejó en 2002.
Gracias por traer por aquí esta y otras obras del maestro Remohí ;)